Descubre los ingredientes secretos de la última dieta milagrosa que tendrás que hacer

Con la llegada de la primavera y el buen tiempo vuelvo a ver a muchas personas a mi alrededor mirándose al espejo con preocupación. Además, los escucho decir que vieron una dieta o un plan de acondicionamiento físico en las redes sociales y que la gente está publicando resultados increíbles en muy poco tiempo.
Esto hace que me zumben los oídos y ahí voy, intentando negar todos los argumentos a los que soy expuesto. Utilizo estadísticas, además de mi opinión sobre mi total desacuerdo sobre dietas milagrosas o planes de ejercicio. Pero siento que mi intento es inútil, que nada cambia en su mente. Parecen creer firmemente en lo que han visto en las redes sociales y en que lograrán los resultados prometidos. Me doy cuenta, entonces, de que hay algo poderoso que les hace tener una fe ciega en lo que allí vieron. ¿Qué es tan poderoso? ¿Cómo es posible?
Después de pensarlo un rato, considero que solamente puede haber dos razones.
Primero, necesitan creer que es posible y real para tener lo que anhelan, es decir, un cuerpo del que no se avergonzarán cuando llegue el calor. Al fin y al cabo mi argumento únicamente destruye ese deseo, por lo que tenerlo en cuenta sería aceptar que no es posible. Así que mejor no escucharlo.
Y segundo, verlo escrito en un medio público adquiere la categoría de verdad mayor y absoluta. Lo que me recuerda mi época en la universidad, cuando aprendí sobre el gran poder de los medios de comunicación para moldear la opinión de las personas y lo que se percibe como verdad absoluta.
Entonces, para tratar de ayudar a la mayor cantidad de personas posible, he decidido escribir este post en contra de las dietas y los planes de ejercicio milagrosos que se vuelven tan populares cada temporada de primavera y atrapan a tantas personas en un ciclo infinito y poco saludable.
Los datos importantes a tener en cuenta son:
Estadísticamente, una abrumadora mayoría de personas que hacen dieta recuperan su peso anterior poco después de terminar la dieta.
La gran mayoría de personas que tienden a hacer dieta regularmente en lugar de perder peso, progresivamente ganan peso con el paso de los años.
También hay que tener en cuenta los riesgos de descompensación de nutrientes y anemia, a los que podemos estar expuestos con una dieta centrada únicamente en un grupo muy limitado de alimentos.
Además, los cambios rápidos en el metabolismo juegan en contra de nuestra salud a largo plazo, y hacen que no sean los más saludables para nuestro organismo.
Pero la verdadera causa detrás de esta tendencia es la distorsión de nuestra imagen corporal y la necesidad creada de tener el tipo de cuerpo con el que nos han bombardeado constantemente en los medios.
Muchas veces, la persona que se plantea iniciar una dieta no la necesita en absoluto. Se ven sin filtros, frente al espejo, y compara esa imagen corporal con fotografías de desconocidos pasadas por el filtro de la aplicación. La comparación es totalmente injusta y distorsionada.
Hay que mirarse con mejores ojos, y dejar de comparar lo no comparable
Además, si estás empezando un plan de fitness, el compararte con personas que llevan mucho tiempo practicando deporte sólo te generará frustración. Si vas a diario a la oficina, cuidas a tus hijos, haces tareas del hogar y haces poco o nada de deporte, ¿crees que es justo compararte con alguien que pasa horas cada día de forma obsesiva en el gimnasio?
Por supuesto, comparar tu propia imagen en el espejo con las fotos o videos de otra persona en los medios es lo único que nunca debes hacer. Son realidades totalmente incomparables.
En términos generales, las comparaciones son horribles. Cada uno tiene un cuerpo diferente, y aceptar el tuyo y dejar de compararte es importante. Además, la tendencia del tipo de cuerpo cambia constantemente, la belleza es totalmente subjetiva y cada uno tiene gustos diferentes.
Gustar a todo el mundo es imposible, así que empecemos por gustarnos a nosotros mismos y aceptar que siempre habrá gente a la que no le vamos a agradar, tengamos la forma del cuerpo que tengamos.
Para concluir, simplemente recuerda que los cambios toman tiempo y nuestro cuerpo y nuestra salud no son una excepción. Si nos venden un plan que promete transformar rápidamente tu cuerpo, simplemente ignóralo, no es cierto.
Transformar nuestro cuerpo lleva tiempo, y sobre todo, transformar nuestra salud requiere un cambio real en nuestro estilo de vida, que es lo que originalmente significa la palabra dieta.
Cambiar nuestros hábitos y estilo de vida es lo que nos dará la salud, el cuerpo y el amor propio que realmente necesitamos para ser felices.
Cualquiera que intente vendernos dietas o planes milagrosos probablemente quiera principalmente nuestro dinero, no realmente nuestra salud y felicidad.
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